Como ha sido explicado anteriormente, muchas personas acuden a los sexshops mostarndo una actitud de intriga y miedo a ser vistos. Esto se da como resultado de los prejuicios impuestos por los medios, la falta de información, la iglesia ,entre otros.
Un claro ejemplo de que estos lugares son señalados de manera negativa para la sociedad es la ubicación de los mismos, en su mayoría, se encuentran localizados en lugares estratégicos, casi ocultos, dentro de galerías y centros comerciales. Otro punto importante dentro de este tema, es que al concebir estos prejuicios sobre estos lugares, muchos de los vendedores que trabajan dentro de estos sexshops, no brindan mucha información sobre sus productos a cualquier individuo, ya sea por temor a ser vetados o por verguenza de decir que trabajan en un sexshop. La mayoría de estos vendedores no ha usado los productos que ofrecen, simplemente se limitan a dar información sobre estos.
Se dan caso en los que muchas veces los clientes, ya sean hombres o mujeres, asumen que los vendedores o vendedoras se desempeñan como sexo servidores y les hacen propuestas indecororsas, y es allí donde radica el miedo de estos trabajadores que los limita a no ser tan abiertos y darle tanta confianza a los clientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario